unlectorindiscreto

22 de enero de 2015

El 11 de diciembre de 2014 publiqué en este blog mi reseña sobre la novela El guacamayo rojo, de Manuel Machuca. Hoy vamos a conocer un poco más sobre el autor y la novela, procurando no desvelar nada de la trama a quienes no la hayan leído todavía. Creo que el lector que le de una oportunidad disfrutará con la historia de esta saga familiar, que tuvo que buscarse un futuro mejor fuera de su pueblo natal.

1. Francisco Portela.- Llama la atención que en un país como el nuestro la emigración, por desgracia, es la única forma que tuvieron y tienen muchos de nuestros conciudadanos para buscarse un porvenir que no encuentran en su tierra y, sin embargo, esta es una temática sobre la que hay pocas novelas publicadas por autores españoles.
Manuel Machuca.- Sí, y creo que eso que dices refleja uno de los aspectos más crueles de la emigración. Para el país del que salen los emigrantes, que se vaya gente es como aliviar un lastre, arrojar por la borda un peso que te impide avanzar, cuando lo que realmente destroza a un país es la desigualdad. Los que se quedan olvidan rápidamente a los que se van, algo que al contrario nunca pasa y soy testigo de eso. Por eso los autores españoles en general, no somos conscientes de la parte trágica, tremendamente trágica, por el desarraigo, de la emigración. Incluso el gobierno se permite el lujo de calificarla como aventura excitante. La emigración es tan dolorosa que se escribe, se tiene que escribir, sobre todo desde el emigrante.
2. F.P.- Lo primero que me atrajo de tu segunda publicación fue, precisamente, su título. ¿Por qué El guacamayo rojo?
M.M.- Es en homenaje a mi tío abuelo Miguel González, que fue actor de teatro. Emigró a Brasil y participó en la adaptación cinematográfica de la novela de José Mauro de Vasconcelos Arara vermelha, El guacamayo rojo en portugués, allá por 1954.
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