Antonio Jesús Jiménez Benítez ha escrito la Historia del mundo de abajo, un recorrido desde los orígenes del costal hasta su más reciente actualidad. 

Se presentará el domingo 7 de febrero a las 12h en la Casa de Hermandad de la Real Hermandad Sacramental de Nuestra Señora de los Dolores (C/ Horno, 8. El Viso del Alcor, Sevilla).  

Durante siglos los costaleros han sido ignorados por el mundo oficial de las cofradías. Aunque cobrasen por su trabajo, era como si no existiesen, por lo que es muy difícil hallar grandes textos literarios en los que se haga referencia a ellos, pues no se escribe de lo que no existe. Sin embargo, hoy en día ocurre todo lo contrario: es posible encontrar desde libros contando la historia de este colectivo hasta profundos estudios universitarios que abarcan tanto aspectos antropológicos como médicos del quehacer de estos hombres.

¿Cómo ha tenido lugar esta transformación? ¿Qué ha ocurrido para que pasen de la más absoluta ignorancia a estar en una posición preeminente? Desde Miguel de Cervantes a Paco Robles pasando por autores tan célebres como Chaves Nogales, Cernuda o Blasco Ibáñez, entre otros, mediante extractos de multitud de artículos periodísticos y grandes obras literarias, en esta Historia del mundo de abajo se acomete la misión de llegar desde los orígenes del mundo del costal a la más reciente actualidad, haciendo uso y difusión de los distintos textos que se han ido publicando sobre esos hombres que son los pies mismos de Cristo y su Santa Madre en Sevilla.

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Antonio Jesús Jiménez Benítez nació en el Viso del Alcor en 1984. Es Licenciado en Química por la Universidad de Sevilla y realizó estudios de lengua portuguesa tanto en Sevilla como en Aveiro (Portugal). Además, es un apasionado de las cofradías. Hace más de quince años que sale de costalero en distintos pasos procesionales, tales como Nuestra Señora de los Dolores, Santa María del Alcor o el misterio de la Piedad, en su pueblo natal; o, en Sevilla, la Virgen de la Paz, la Virgen de la Angustia de la Hermandad de los Estudiantes, el Cristo de la Salud de San Bernardo, o el Niño Jesús de la Hermandad Sacramental del Sagrario, entre otros.

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