Ana María Álvarez Silván (Villameca, León), se ha formado en los hospitales de La Paz (Madrid), Vall d’Hebron (Barcelona), Gustave Roussy (Villejuif, París), Memorial Sloan Kettering Cancer Center (NY), Children´s Cancer Hospital of Philadelphia y en el St. Jude Children´s Research Hospital (Memphis).
Ha sido organizadora de la primera Unidad de Oncología Pediátrica de Andalucía en 1972 y de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Andalucía (ANDEX) en 1985.
Es miembro fundador de la Sociedad Nacional de Oncología Pediátrica (SEOP), y miembro de la Sociedad Internacional de Oncología Pediátrica (SIOP), del Cancer Children’s Group (CCG) y del Pediatric Oncology Group (POG).
Es Profesora Asociada de Pediatría en la Universidad de Sevilla; Académica Correspondiente de la Real Academia de Medicina de Sevilla y Médico Emérito del SAS. Tiene numerosas publicaciones y numerosos también son los Congresos en los que ha sido ponente en España y en el extranjero. En Sevilla ha organizado quince Jornadas Internacionales de Oncología Infantil.
En su colaboración con el Outrech Program del Saint Jude Children’s Research Hospital, de Memphis destaca el convenio firmado con el HUIVR de Sevilla; el contrato de desplazamiento para reforzar la Oncología Pediátrica en Honduras, y haber sido nombrada Miembro del International Editorial Board for Oncopedia de dicho Hospital.
Por su trayectoria profesional ha sido reconocida con la Medalla de Oro de Sevilla, el Premio Galeno del Real e Ilustre Colegio de Médicos de Sevilla, el Premio San Juan de Dios de la Escuela de Enfermería de Sevilla, el título de Leonesa del año, la participación como Mago de la Fantasía en la Cabalgata de Reyes de Sevilla. Tiene una calle rotulada con su nombre en su pueblo natal y otra en Sanlúcar la Mayor, y una plaza en Sevilla.
Es tal su cariño e interés por los jóvenes curados de cáncer que ha organizado con ellos dos grupos de Facebook y uno de WhatsApp en los que participa asiduamente.
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Dame la mano nace con el deseo de ser de utilidad para los niños con cáncer y sus familias. También para el personal médico que lucha día a día contra esta terrible enfermedad, para los hermanos y abuelos, para los amigos más cercanos, para los profesores. Todos ellos deben formar un equipo que derrote al cáncer infantil.
Fruto de toda una vida dedicada a luchar contra esta terrible enfermedad y a mejorar las condiciones de vida de los jóvenes valientes curados, uno de los propósitos principales de Ana María Álvarez Silván con la publicación de este libro es transmitir la esperanza de que, a pesar del sufrimiento que genera, gracias a la colaboración de todos, cerca del 80% de los pequeños afectados consiguen escapar de las garras del cáncer.